La compraventa de viviendas ha aumentado alrededor de un 10% durante el pasado año 2018, y eso es algo que repercute de manera directa en el sector de la construcción.
Pese a que se registraron menos operaciones en algunos meses que años anteriores, el dato permite dar una lectura positiva al compararlo con otros. La vivienda encara este nuevo año con buenas perspectivas, pero con numerosos retos por resolver.
Según las previsiones, 2019 va a ser el sexto año consecutivo de recuperación del mercado, tras años de caídas y la temida burbuja inmobiliaria. A lo largo de este año, veremos entonces que el sector de la vivienda, y por tanto de la construcción, crecerá de forma estable.
Uno de los principales retos a los que se enfrenta este sector en los próximos meses es el de empezar a equilibrar la demanda de obra nueva. En la actualidad, la mayoría de las operaciones de compraventa son de vivienda ya usada, por lo que apostar por las nuevas construcciones y diseños puede ser un acierto de todo lo que está por venir en este sector.
Otro objetivo que se tiene marcado para este 2019 es que se promueva la salida de más suelo en el mercado para nuevas construcciones. Debe haber una oferta importante de estos suelos, ya que el coste que tiene supone casi la mitad del valor que posee la vivienda en el mercado. Los especialistas afirman que el suelo al final, tiene una gran demanda y que influye sobremanera en la regulación de los precios.
Como en cualquier sector que se dedique a la producción, en el sector de la construcción se está demandando mayor mano de obra y una buena adecuación de los perfiles que puedan optar a los puestos vacantes. Por esto, otro reto al que debemos hacer frente en los próximos meses es al buscar personal con una formación adecuada y especializada.
Apostar por las nuevas tecnologías y el uso de viviendas de nueva construcción con los ajustes en el precio, puede ser muy beneficioso para nuestro sector y su industria, y puede hacer que esas previsiones positivas se conviertan en realidad.